Sí, habrá quien se sorprenda, pero Austria es país de vinos. Aquí se producen blancos reconocidos en el mercado internacional, y un menor porcentaje de tintos, más orientado al consumo interno. El clima continental templado, con su marcada diferencia entre las temperaturas del día y la noche, favorece el cultivo de vid en cuatro grandes regiones, entre las que destacan, tanto por calidad como por volumen de producción, Niederösterreich y Burgenland. Además, doy fe de que beben con fruición y tienen una cultura vinícola que ya quisiéramos nosotros. En Viena el vino está por todas partes, no necesitas siquiera salir del aeropuerto para catar cosas interesantes, tanto locales como de otros países.
Al margen de la conocida uva riesling, las variedades blancas más plantadas son las autóctonas grüner veltliner, en primer lugar, y welschriesling, en segundo. En el terreno de las uvas tintas encontramos la blaufränkish, quizás la más apreciada entre los autriacos, la st. laurent, cuyo origen remoto la aproxima a la pinot noir, y la zweigelt, un cruce entre blaufränkish y st. laurent, que a día de hoy conoce la mayor extensión de cultivo en el país.
Paul Achs, St. Laurent 2009
Paul Achs se descubre como uno de los más prestigiosos elaboradores de vino en Austria. Sus plantaciones se encuentran en Neusiedlersee (Burgenland), no muy lejos de Viena, la única ciudad del mundo, por cierto, con viñedo en área metropolitana. Produce en su mayoría vinos blancos, si bien sus tintos monovarietales poseen una buena y merecida reputación, además se revelan bastante representativos de la variedad con la que se elaboran, como es el caso de St. Laurent 2009. Esta uva realmente tiene un perfil que recuerda mucho a la pinot noir, confieso que en una cata a ciegas nos despistó por completo.
Tipo: tinto con crianza
Bodega: Paul Achs
Añada: 2009
Alc: 12 %
Origen: Burgenland, Austria
Variedad: st. laurent 100%
Precio: 21€ aprox.
Relación c/p: buena
Aromas a fruta roja, del tipo cereza y frambuesa, tierra mojada, especias. En boca se aprecia su acidez, es amplio y equilibrado, pese a su grado alcohólico relativamente bajo. Suave, elegante, final medio. Muy sabroso, invita a seguir bebiendo. Se puede tomar ya, aunque soporta algún año de guarda.
Maridaje
Aves, especialmente pavo relleno o pato, pastel de carne, quesos suaves de vaca. Buen compañero para una velada musical o literaria. Ayudaría a pasar la lectura de cualquier obra del trágico, irónico y ácido autor austriaco Thomas Bernhard. Entra en Tala, una novela que se sumerge en la hipocresía de la sociedad y la escena artística vienesas, a través del monólogo interior del protagonista. Una vez que la comienzas resulta imposible e impensable parar. Creo que tardé cerca de cuatro horas en leer Tala del tirón, lo que puede durarte la botella de St. Laurent 2009 si bebes al compás de los movimientos que marca las páginas de este libro. Aparca el móvil, coge la copa y haz la prueba.